El extranjero puede alcanzar el estatuto de “residente”, cuando ya ha atravesado por el límite de tiempo fijado de estancia en el país para obtener la residencia; asimismo, también se les exige que posean una visa, de cualquier tipo, que se encuentre vigente. Este, a menudo, es considerado como uno de los principales pasos para lograr la ciudadanía. Sin embargo, este conlleva determinadas responsabilidades, puesto que, al no cumplirse alguna de las normas que se imponen para lograr el estatuto, el trámite será iniciado de nuevo, después de un período de tiempo específico.
Un país ejemplo de los procesos que conlleva lograr el estado de extranjero residente son los Estados Unidos. Primero, es importante que la persona haya poseído una Tarjeta Verde, es decir, ser residente legal permanente; seguidamente, haber cumplido con todos los días de permanencia que se exige, siendo estos 31 días durante el año en curso y 183 en total en un período de 3 años, en cualquiera de los 50 estados del país o algún espacio marítimo perteneciente al mismo.