Este proceso de extrusión fue patentado en 1797 por un mecánico e inventor británico llamado Joseph Bramah, cuando intento hacer un tubo de plomo. Proceso que se basaba en precalentar el metal para así después pasarlo por un troquel a través de un embolo a mano. Pero fue hasta el año 1820 cuando este proceso fue desarrollado por Tomas Burr quien construyo la primera prensa hidráulica, y fue hasta ese entonces que al proceso se le denominaba «squirting». Más tarde Alexander Dick propago el proceso de extrusión a aleaciones de bronce y cobre.
Algunas de las ventajas principales que brinda este la extrusión más allá de los procesos manufacturados son la destreza o soltura para originar secciones trasversales de suma complejidad con materiales que son frágiles y rompibles, puesto que el material solo consigue fuerzas de compresión y de cizallamiento.
Generalmente los materiales utilizados para el proceso de extrusión son metales, cerámicas, polímeros, hormigón y productos alimenticios. Además la extrusión puede ser de forma continua, que se realiza produciendo de manera indefinida materiales largo; o por otro lado semicontinua, que se realiza produciendo muchas partes. Y finalmente el proceso se puede llevar a cabo con el material caliente o frio.