La flexibilidad muscular es de suma importancia para el dominio del cuerpo en sí y de sus movimientos, este permitirá un mejor rendimiento y productividad física, y ayuda a evitar posibles lesiones, contracturas o desgarros musculares no deseados. Esta capacidad de flexibilidad es determinada por dos posibles variables como la movilidad articular, de los tendones y ligamentos, es la capacidad que tienen la articulaciones de permitir que ciertos movimientos sean los más amplios posibles; y la otra variable es la elasticidad muscular que es la capacidad o disposición de poder estirar los músculos y lograr volver a la posición original.
Se pueden encontrar dos tipos de flexibilidad como la dinámica, es aquella que alude a la amplitud de ciertos movimientos con desplazamientos como el lanzamiento; y la estática, cuya amplitud de movimiento es la que se mantiene en una posición fija, como por ejemplo la posición invertida. Para poder tener un mejor rendimiento y adquirir una mayor flexibilidad de la que se tiene, conlleva tiempo y es un proceso donde se debe realizar un correcto programa de ejercicios en el cual se necesita mucha constancia, paciencia y perseverancia.
Finalmente otra posible significación de la palabra flexibilidad se utiliza para describir la facilidad que tienen algunas personas para poder adecuarse o acostumbrarse a cualquier tipo de situaciones o a las opiniones de otras personas.