Específicamente la guerra santa de procedencia islámica, tuvo su punto de partida aproximadamente en el año 622, en el momento en que «Mahoma» emite los mensajes directo de Dios, fue amenazado de muerte por los adversarios o enemigos del Islam y por tal razón emigró de «La Meca» para la región llamada «Medina», esta es una ciudad a 300 km al norte de La Meca, en compañía con sus seguidores.
Viviendo en la región de Medina, Mahoma se posicionó en la cabeza de una nueva comunidad religiosa aproximadamente en el año 629; posterior a esto, en conjunto con un ejército de diez mil hombres, viajó de nuevo a La Meca, la cual fue una ciudad conquistada casi sin resistencia por parte del pueblo. Posterior a esto específicamente cercanos al año 1054, se desencadena una guerra santa entre islam y la iglesia católica, debido a que los católicos querían recuperar el santo sepulcro de Jerusalén, que para esa época se encontraba en manos de los musulmanes.
Durante la Edad Media, las Cruzadas fueron expediciones principalmente militares, organizado por la Iglesia con el fin de recuperar el Santo Sepulcro en Jerusalén del dominio musulmán, y tomó la forma de una verdadera «guerra santa».
La Iglesia Católica comenzó a organizar expediciones militares a fin, incluso para proyectar su influencia en el territorio bizantino, dominada por la Iglesia Ortodoxa, que fue la iglesia bizantina establecido con el Cisma en 1054, e independiente del papa de Roma.
Durante casi 200 años, ocho expediciones fueron organizadas y han proporcionado una gran cantidad de violencia contra las personas no cristianos. La más exitosa fue la primera cruzada, que sitiaron y conquistaron Jerusalén e incluso celebró varios reinos en molde feudal, pero en el siglo XII, los turcos recuperaron los reinos, incluida Jerusalén.