El Halajá no solo es la guía para las creencias y prácticas religiosas, sino que también influye en diversos aspectos de la vida cotidiana. Es muy común que al traducir el término Halajá se haga como «Ley Judía», sin embargo una traducción más literal sería «forma de comportarse».
El halajá cuenta con un fundamento ético y es que las intenciones de cada individuo se conviertan en verdaderos actos morales. Lo que conlleva a que el sistema de la halajá sirva como guía para establecer diferencias entre el bien del mal. En este sentido, algunas de las pautas que se deben seguir respecto al Halajá:
- Todo niño debe ser circuncidado a los 8 días posteriores de su nacimiento y la ceremonia de dicho acto es conocida como Brit Milá.
- En todos los aspectos el individuo creyente debe tratar de hallar una posición de equilibrio.
- Todo buen Judío debe respetar y conocer la Torá.
- El respeto al creador se expresa a través del acto simbólico de cubrirse la cabeza, puede ser, un kippah o un kufi, etc.
- La fe judía debe ser una experiencia que se lleve a cabo dentro de la comunidad.
- Se debe tener una actitud de máximo respeto hacia Dios.
A lo largo de de la historia en lo que fue la dispersión del pueblo judío la Halajá ha servido de gran ayuda para este pueblo, ya que a mostrado el camino a seguir tanto en lo religioso como en lo civil. Posteriormente a los que se conoció como la época de la ilustración judía, el Halaja fue desprendiéndose de lo que es la vida civil, ya que la misma requería de la interpretación de un rabino, a diferencia de los escrito de la torá. A pesar de ello existen leyes israelíes referentes al estatus de la persona y la familia que se encuentran bajo jurisdicción de los rabinos y por esa razón son asumidas bajo los lineamientos establecido en el Halajá.
