El problema en sí, tiene lugar cuando una porción del estómago se desplaza a través del hiato hacia la cavidad torácica, facilitando que se presente el reflujo gastroesofágico. En el momento en que eso sucede, el esófago, el cual no se encuentra tan protegido como el estómago para poder soportar los efectos de los ácidos de la digestión, se irrita y es en ese momento cuando inician los síntomas que se mencionaron anteriormente.
Por su parte el diafragma se puede encontrar débil por diversas razones, patologías o circunstancias.
- Vejez: Ya que a medida que el cuerpo va envejeciendo, el músculo diafragmático va perdiendo su fuerza, lo que permite más fácilmente la protrusión del estómago.
- Tos crónica: Gracias al esfuerzo constante que se necesita para toser para la cavidad torácica, ya que el músculo diafragmático se encuentra estrechamente relacionado con los pulmones, razón por la cual puede influir en esta patología.
- Estreñimiento: por lo general aquellos individuos propensos a sufrir estreñimiento suelen realizar esfuerzo permanente cuando necesitan defecar, y dicha presión que se ejerce sobre la cavidad abdominal puede repercutir en el deslizamiento de la zona superior del estómago.
- Incremento del volumen abdominal, puede presentar presión sobre los órganos del abdomen, como en este caso el estómago, lo que obliga el paso a través del hiato.
