El desarrollo de la hidráulica, principalmente, se remonta a la época del viejo mundo, con ejemplares como la rueda hidráulica y el molino de viento, hacían énfasis en los mecanismos de control del agua y su distribución, además de estructuras que debían estar por sobre ella. Incluso, Leonardo Da Vinci, en su escrito sobre flujos de agua y estructuras para ríos, detalló sus observaciones con respecto a las instalaciones hidráulicas ejecutadas en Milán y Florencia. Galileo Galilei, en el año 1612, elaboró uno de los primeros informes sobre la hidrostática. En roma se creó la primera estructura dedicada al transporte de agua, durante el gobierno del emperador Claudio.
Con el descubrimiento de la energía, el campo de la hidráulica, se vio enfocada más hacia la producción de la electricidad. La primera central hidroeléctrica fue construida en Gran Bretaña en el año 1880. Desde allí, las centrales se extendieron por toda Europa y, por consiguiente, a América, haciendo que la mayoría de los individuos que residen en el planeta, hoy en día, sean dependientes de ella. Se clasifica en general y teórica. Sin embargo, también es posible identificarla como clásica o elemental.
Actualmente, la hidráulica, se aplica en diversos procesos. El aire y el aceite a presión se utiliza para realizar excavaciones, levantar y movilizar diferentes tipos de maquinarias pesadas, como tractores y grúas industriales. En esta área se emplea para poder controlar máquinas. Asimismo, se utiliza en los campos correspondiente a automotriz, aeronáutica, naval y en la medicina.