La hipotensión ortostática, es aquella que se produce al levantarse bruscamente y que habitualmente se acompaña de una fugaz sensación de mareo. La hipotensión intracraneal, es la disminución de la presión en la cavidad intracaneal. La hipotensión sintomática que es el descenso de la tensión arterial que cursa con síntomas de molestia, como sensación de debilidad, astenia, mareo, e incluso pérdida de la conciencia por hipoperfusión cerebral. Se produce por una disminución del gasto cardiaco (hipoaldosteronismo, estenosis mitral y aórtica, insuficiencia cardíaca izquierda, etc.) o por una reducción de las resistencias vasculares periféricas (hipotensores, durante la sesión de diálisis, etc).
Para controlar la hipotensión se suministran los llamados hipotensores que no son más que sustancias que tienen la capacidad de ayudar a controlar o reducir la presión arterial, habitualmente empleada en pacientes con hipertensión arterial. Las sustancias más empleadas son los diuréticos, los beta-bloqueantes, los antagonistas del calcio y los inhibidores de la enzima conservadora de la angiotensina.