El homicidio y el asesinato pueden considerarse sinónimos pero no es así, estos términos se diferencian en que al homicidio le falta premeditación, traición o ensañamiento, elementos que se encuentran incluidos en el término asesinato, ya que el asesinato se basa en la obtención de un lucro, es decir una persona puede matar a otra para recibir una remuneración o recompensa un ejemplo de esto sería el sicariato.
El homicidio puede justificarse legalmente si el hecho se produjo originado por defensa propia, o por cumplir con su deber como en el caso de los policías o algún miembro de las fuerzas de seguridad. Al término homicidio se le pueden adjudicar diversos nombres, esto va a depender de la relación que exista entre el homicida y su víctima. Por ejemplo si la víctima es el máximo representante del gobierno como el presidente, entonces sería un magnicidio. Si la víctima es un familiar sería un parricidio.
El homicidio se clasifica de la siguiente manera: Homicidio Doloso, es cuando el homicidio es intencional, es decir el atacante sabe lo que va a hacer y entiende las consecuencias que puede acarrear su comportamiento. Homicidio involuntario, llamado también homicidio culposo y negligente ya que la persona puede evitar la muerte de la otra persona pero falla y esta se produce. El homicidio presenta dos tipos de sujetos: está el sujeto activo, representado por el que realiza la acción ya sea voluntaria o involuntariamente y el sujeto pasivo, representado por la víctima.