Se puede decir entonces que una infección es una especie de colonización de agentes externos a otro organismo determinado. Algo de lo que se debe estar consiente es que los organismos pluricelulares en su totalidad en algún momento de su vida, presentaran este tipo de colonización, sin embargo, es importante señalar que en ocasiones este proceso puede ser tomado como una relación de tipo simbiótica en donde ninguno de los organismos involucrados se verán afectados de manera negativa por el otro. Sin embargo cuando en dicho proceso se presenta anomalías tales como irritación o dolor es entonces cuando se está en presencia de una infección, en donde se desencadenará una pelea entre el organismo responsable de la infección y el huésped, el cual debe evitar que los agentes externos se multipliquen.
Para que una relación simbiótica se convierta en una infección, es necesario que ocurran una serie de procesos y se den un conjunto de circunstancias específicas. Lo primero es el ingreso de los microorganismos en el cuerpo, seguidamente ocurrirá la incubación de los mismos, desde ese momento el nivel o grado de la infección dependerá de la cantidad de microorganismos que se hayan multiplicado y los desechos o toxinas que hayan esparcido a través del cuerpo. Entre los principales responsables de infecciones se pueden mencionar a los virus, hongos y bacterias.