Además, las personas también realizan muchos actos que, como resultado del hábito, son completamente automáticos. Del mismo modo, también existen mecanismos de defensa que muestran reacciones instintivas que son totalmente involuntarias. Por ejemplo, una persona aleja su mano del fuego cuando teme quemarse. Los gestos que responden al instinto de supervivencia son rápidos, instintivos e inmediatos.
Hay gestos que dependen de la voluntad, decisiones que el sujeto ha meditado, valorado y buscado. En el campo de la vida, algunas decisiones caen bajo el control de la voluntad, sin embargo, también hay muchos otros factores que trascienden la voluntad individual. Desde este punto de vista, también hay actos involuntarios, eventos que ocurren al margen de los deseos personales.
Sin embargo, es un signo de sabiduría vital aprender a diferenciar entre lo que se puede administrar y lo que no depende de uno mismo. Querer convertir algo que ha sido totalmente involuntario en un objeto de la voluntad causa mucho dolor y sufrimiento.
A lo largo de la vida, hay muchos eventos que afectan al protagonista de una historia en positivo, a través de agradables sorpresas que surgen de manera inesperada y también, a través de noticias tristes que producen dolor. Hay actos físicos que también son involuntarios. Este tipo de actos son totalmente fortuitos, surgen de manera casual por casualidad.
Una persona puede considerar que ha hecho algo de manera involuntaria si ha hecho esa acción sin darse cuenta.
Desde el punto de vista biológico, hay movimientos corporales que son totalmente ajenos a la voluntad. Por ejemplo, ninguna persona tiene influencia en los latidos del corazón que late a un ritmo rítmico sin que la persona tenga que hacer nada en particular. El funcionamiento del cuerpo muestra la sabiduría de la naturaleza.
No tienes poder de decisión sobre lo que hacen estos músculos o cuándo lo hacen. Simplemente cumplen su tarea y trabajan sin que tengas que pensar en ello.
Un músculo involuntario muy importante es el corazón, que continúa latiendo día y noche. Otros músculos involuntarios ayudan a digerir los alimentos y se encuentran presentes en el estómago y los intestinos.