El jazmín pertenece a un genus que incluye plantas rústicas y delicadas, de follaje perenne y caduco, arbustos y enredaderas, da flores exquisitamente perfumadas. Sus hojas son por lo general pinnadas, y las flores blancas en la mayoría de los casos. El fruto es una baya bilobulada.
Originaria del Asia Central (China, India y Persia), llegó a por primera vez al sur de Europa a mediados del siglo XVI, aclimatándose muy bien, desde entonces resulta difícil imaginar un jardín sin ella.
Esta planta requiere mucho espacio para desarrollarse, necesitando mucho sol y mucha agua. La mayoría de sus variedades pueden vivir sin problemas en latitudes algo más nórdicas, con tal que se hallen resguardadas de vientos y heladas, pero algunas deben ser cultivadas en invernadero.
El jazmín posee un sistema de raíces muy desarrollado, por lo que se recomienda el empleo de tiestos grandes y mucha tierra. Se reproduce por esqueje y florece en agosto-septiembre, su floración no es total hasta transcurridos dos años de injerto.
La producción mundial por año del jazmín es de aproximadamente de 15-20 toneladas, Egipto, es el mayor productor, exporta 6-8 toneladas, seguido de Marruecos, la India, Francia, Italia y China.
Esta especie es muy producida y exportada debido a que es una de las plantas más importantes para la industria de perfumería, especialmente en desodorantes ambientales, ya que posee un aroma delicado muy agradable. Es también utilizada en la aromaterapia, como aceite esencial y a nivel medicinal como infusión; presenta un uso popular contra los catarros bronquiales y como estimulante general.