Representa el acto administrativo por el que un trabajador que se encuentra activo, pasa a la inactividad laboral por cuenta propia o ajena, es decir, tras haber alcanzado la edad máxima o por incapacidad o enfermedad crónica grave.
La jubilación se trata de un derecho adquirido, es decir, que no puede ser revocado por alguna otra ley, por el adquiriente o por terceros, sean éstos personas naturales, entes públicos o privados.
Para la política, la jubilación puede ser uno de los mejores símbolos de la política social implementada en nuestros días, por ser una política de encuentro entre todas las partes que conforman una sociedad, ya que se están respetando y valorando el trabajo y dedicación que tiene una persona durante su vida, no siendo desfavorecida sino más bien apoyada su paso por la tercera edad.
Desde un punto de vista psicológico, todo trabajador tiene que estar preparado a asumir la jubilación, puesto que para quienes no lo están realmente, ésta puede provocarles una extraña sensación de vacío y desamparo, dejándoles pocas opciones para responderse un qué hacer ahora. Pues acostumbrados a una rutina de trabajo diario y a los hábitos que giraban a su alrededor, sin ellos se ven inmiscuidos en un cambio rotundo de estilo de vida, donde se deben adoptar nuevas costumbres.
Para algunos lo anteriormente expuesto resulta un gran alivio, pues sienten que se están adentrando a una época donde disfrutarán de mayor confort, mientras que para otros, dicha situación puede resultar sumamente estresante, llevando a algunos a caer incluso en un cuadro depresivo.
Es por ello que una persona debe estar planificada, tener un proyecto de vida y saber ubicarse en cada etapa de la vida, porque precisamente eso es lo que representa la jubilación, una etapa o tramo de nuestro caminar.
La jubilación deja atrás al trabajo como ocupación central del día a día, dándole paso a la sustitución del mismo por actividades que puedan dejar a la persona igualmente satisfecha.
Esa etapa no significa que la persona pasa a ser inútil, todo lo contrario, para una mente positiva representa un compromiso personal y profundo, donde se desarrollaran las capacidades que se posean a través de proyectos propios, donde se involucran las relaciones afectivas y sociales.
