La creencia en el karma, que se puede remontar a los Upanisad, es aceptada por todos los hindúes, aunque difieran en muchos puntos: algunos aspiran a acumular buen karma y buen renacimiento, pero otros, considerando que todo karma es malo, procuran liberarlo del proceso de renacimiento (samsara); unos creen que el karma establece todo lo que le ocurre a uno, mientras otros atribuyen un papel más importante al destino, la intervención divina, o el esfuerzo humano.
El karma aparece en tres aspectos: Sanchita, que es la suma o resultado de los actos cometidos en las encarnaciones anteriores; Prarabda, que son los actos de la encarnación actual, los cuales están sujetos a la influencia de la vida anterior y al ejercicio del libre albedrío en esta; y Agami, que son los actos futuros, no realizados. Así, el progreso del alma de una encarnación a otra, está condicionado por la mezcla del libre albedrío, el karma y el destino.