Algunos factores que favorecen o proporcionan la formación de cálculos renales más comunes son, principalmente disminución del volumen urinario bien sea por perdida de líquidos o poca ingestión de agua, infección urinaria bacteriana, concentración anormalmente elevada de componentes en la orina como calcio, fósforo, magnesio, entre otros; también se puede mencionar la alteración del pH urinario lo cual puede generar formación de cristales ácidos o alcalinos, la presencia de mucoproteínas produce alteración de las paredes que revisten las vías urinarias y favorecen la formación de cilindros, entre otros.
Existen dos tipos de cálculos, los sedimentarios que se encuentra conformado por varios centros de cristalización y una disminuida retención de compuestos orgánicos, y concrecionarías que son un poco mas ordenados ya que se observan varias laminaciones concentradas alrededor de un núcleo central. Entre los mas encontrados a nivel de orina se pueden mencionar:
- Cálculos de oxalato: son cálculos duros, porosos, poseen varias características morfológicas, algunos son cálculos pardos umbilicados, otros concreciones de color blanco-grisáceos y espiculados, también pueden ser pardas y espiculadas, entre otros; su formación se ve favorecida por un pH urinario ácido.
- Cálculos de fosfatos: son pequeños, blancos y de consistencia blanda, son con aspecto romboidal, cerebroides, conformado por concreciones grises de textura mucosa y este tipo de cálculos son generados al poseer un pH urinario alcalino.
- Cálculos de ácido úrico: estos poseen forma oval o aplanada, superficie lisa de color pardo o rojizo, duro y formado por gránulos, su formación es favorecida en pH ácido al igual que los cálculos de oxalato.
- Cálculos de cistina: son amarillos, de textura blanda y de superficie de especie granular, solo están presente en pacientes que posean cistinuria.