Este tipo de procedimientos se fundamentan principalmente en una necesidad de mantener estable la igualdad entre dos elementos en un mismo juicio, para de esa forma evitar que sé que la sentencia dictada en el juicio sea tomada como ilusoria, se puede decir entonces que ésta lo que hace es certificar de manera preventiva la eficacia de una sentencia sobre un determinado proceso judicial, por lo tanto su objetivo principal sería el de afirmar que la justicia logre alcanzar su correcta eficacia en un juicio.
Las medidas cautelares poseen una característica de periodicidad limitada, esto se debe a que están sujetas al tiempo que se extienden desde el momento en que se dictó hasta que es ejecutada la sentencia establecida sobre un proceso de ejecución, otra de sus características es su versatilidad, ya que puede llegar a sufrir modificaciones siempre y cuando existan los escenarios adecuados para que así se presente.
Un ejemplo claro de medida cautelar es el llamado embargo preventivo, el cual se basa en la inmovilización de varios bienes ya que el individuo que se encuentra en un proceso de demanda, esto con el fin de asegurar que la sentencia sea puesta en práctica de manera eficaz. Este procedimiento puede ser aplicado sobre la universalidad de las cosas o en su defecto sobre bienes individuales. Un embargo preventivo no quiere decir que los bienes involucrado no pueden ser comercializados, solo establece que dichos bienes pueden ser vendidos posterior a una autorización por parte del juez que conlleva dicho proceso.