Una de las características que mejor define este tipo de memoria, es la precisión que se tiene del recuerdo personal de esa vivencia en específico. Aquel individuo que muestra esta habilidad de manera cotidiana puede potenciar la misma con el paso del tiempo. Cabe aclarar que para poner en práctica esta habilidad no se requiere de la utilización de algún tipo de mnemotecnia, por lo general esta se suele presentar en un pequeño porcentaje de niños y es poco frecuente en adultos.
Muchos expertos, consideran que la memoria fotográfica no es una cualidad especial de la memoria, puesto que ésta se presenta en momentos en los que el cerebro procesa y almacena la información de una forma diferente a como se hace normalmente sin importar la causa, haciendo que ese recuerdo quede grabado de forma casi indeleble en la memoria de cada persona.
Por lo general gran parte de los seres humanos recuerdan tan sólo los detalles importantes de un hecho y el resto es olvidado, para guardar sólo información útil en el cerebro. Aquellos individuos con memoria fotográfica, a diferencia del resto, almacenan grandes cantidades de información que no les resulta útil, sino que representa una mayor carga para su cerebro. Hasta la fecha los datos demuestran que es más común entre los niños y adolescentes y que a medida que va pasando el tiempo va disminuyendo la capacidad para recordar los detalles; A pesar de ello, la memoria eidética también se describe en algunos casos de autismo y Síndrome de Asperger.
Cabe acotar que ésta es diversa del resto de las imágenes mentales, puesto que las imágenes que la mayoría de las personas captan y guardan en su cerebro, por lo general tienen colores diversos a la original y adquieren cierto movimiento con respecto a los movimientos de los ojos con el cual la visualizamos previamente.