El nombre científico de tal planta es Citrus sinensis Osbeck (Naranjo dulce) y Citrus aurantium (Naranjo amargo). Ambos son especies híbridas, que nacieron de la unión de Citrus maxima, médica y reticulata. Su país de origen es India, además de otros como China, Vietnam y Pakistán; el fruto fue llevado a Europa, en el que se empezó a producir también. Su llegada a América estuvo marcada por el nombre que obtuvo, principalmente en el idioma inglés, por ser una derivación incorrecta del vocablo francés que lo bautizaba.
Estos árboles han tenido gran simbolismo en distintas culturas. Sus flores, blancas, eran consideradas representantes de la pureza que tenían las mujeres antes del matrimonio o perder la virginidad; por ello, se le daban a la chica para combatir los deseos de romper su castidad, cuando se casaba y en países cercanos a la India, a las parejas recién casadas para desearles fertilidad. Así mismo, la naranja era una especie de ofrenda que un hombre joven daba a los padres de quien sería su esposa, para recibir la aprobación de éstos.