El médico especialista en la nefrología recibe el nombre de nefrólogo. Comúnmente la nefrología se confunde con la urología debido a la similitud entre ambas, sin embargo la urología se especializa en el sistema urinario masculino y la nefrología abarca mucho más campo anatómico alcanzando hasta los canales mediante se lleva a cabo los procesos que conducen a la función renal y no es una disciplina quirúrgica como la urología, es decir, se encarga de los diagnosticar y controlar desórdenes sistémicos (según diagnóstico) y los combate con tratamientos.
Algunos de los trastornos que le competen a la nefrología son la insuficiencia renal (crónica o aguda), hematuria, proteinuria (pérdida de proteínas por la orina), piedras en el riñón, cáncer de riñón, desórdenes nefríticos o nefróticos, casos de sustitución renal, entre otros.
La nefrología trabaja de manera conjunta con la urología. Si un paciente necesita, por ejemplo un trasplante de riñón, será el urólogo quien realice el procedimiento quirúrgico, sin embargo el nefrólogo será quien haga la planificación desde encontrar al donante adecuado hasta el seguimiento postoperatorio donde se deben aplicar tratamiento inmunosupresor y de las infecciones que esto ocasiona.