La neumonía ataca mayormente a las personas que se ubican a los extremos de las edades, es decir, a los niños y los ancianos. También son muy propensos a ser infectados por esta enfermedad las personas que poseen enfermedades crónicas, los que reciben quimioterapia, los inmunodeprimidos, como los trasplantados y los pacientes con VIH.
La aparición de una infección respiratoria de este tipo y su cuadro clínico correspondiente están condicionados por una serie de factores, entre los cuales los más importantes son: la edad, la estación del año, los hábitos de vida y el terreno alérgico e inmunológico del afectado.
En ese sentido, la edad representa un factor dominante, ya que, mientras el afectado tenga menor edad, la infección ocasiona cuadros de mayor gravedad.
Las neumonías pueden ser clasificadas desde dos puntos de vista: el anatómico y el etiológico.
La clasificación anatómica está basada en la extensión topográfica del punto o el foco de condensación. Es así como se puede padecer neumonía lobar, segmentaria, lobar e intersticial.
Por su parte, la clasificación etiológica de las neumonías, las distingue de la siguiente manera: neumonías bacterianas, neumonías víricas, neumonías por agentes diversos, neumonías micóticas y neumonías por aspiración.
La neumonía se puede ubicar mediante una radiografía en el tórax, ya que a través de esta práctica se puede apreciar la inflamación que sufren los alvéolos, cuando son afectados por esta enfermedad.
En cuanto a los síntomas, éstos varían de acuerdo a la persona y el tipo de neumonía que posee, en algunos casos presenta tos con expectoración que puede incluir sangre y fiebre. Existen casos donde se producen también dolores musculares, malestar general, dolor de cabeza y cansancio.
Su transmisión también es variable, ésta puede ser por vía aérea al inhalar el virus o la bacteria causante, mediante gotículas producidas en estornudos o tosidos, o mediante la sangre.
Esta enfermedad representa la principal causa de muertes infantiles en el mundo. Según datos arrojados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), en el año 2015, la neumonía fue la causa del 15% del total de muertes de niños menores a 5 años en el mundo, con un total de 922 mil fallecimientos registrados.