Etimológicamente, la palabra Neurasthenia deriva del griego, y está formada por «neuro» que significa «nervio«, el prefijo «a» que significa «sin» y «asthenia» que significa vigor, fuerza,
La neurastenia se definió como una fatiga general debida al agotamiento de la energía nerviosa por un gasto prolongado y excesivo que causaba debilidad y fatiga en el SNC de la persona que la padecía. El psicoanálisis fue el primero en demostrar que una gran parte de los cuadros clínicos llamados neurasténicos se debían a causas psíquicas, y también demostró que la neurastenia era curable. La neurastenia es común en los hombres que tienen entre 25 y 50 años de edad.
Los neurasténicos se describieron como personas que se fatigaban física y psíquicamente con facilidad, tenían cefaleas en el casco, trastornos intestinales, insomnio, eyaculación precoz, sensación dolorosa en la espalda, es decir (raquialgias a las que se les llamaba «irritación espinal«, sin tener algo patológico en la médula espinal), laxitud dolorosa de las articulaciones al despertar, trastornos vasomotores y sensibles (parestesias), palpitaciones, sudoración, etc.
Es una sensación de agotamiento que surge no por haber hecho grandes esfuerzos, sino por desafíos diarios que debilitan a la persona de manera extrema, hasta el punto de experimentar dolores musculares. Uno de los síntomas de este trastorno es tener una sensación de gran inestabilidad emocional, es decir, esta inestabilidad conduce a la inseguridad. La persona también puede tener problemas para relajarse y estar cien por ciento tranquila.
Ante cualquier malestar físico o emocional, en cualquier contexto, es importante prestar atención a los signos de los síntomas que se muestran en la fase inicial de una enfermedad, porque cuanto antes comience a tratarse una enfermedad específica, mayor será la calidad de vida que el paciente gana.
Cabe señalar que la sensación de fatiga física y apatía no se deriva como causa y efecto en la neurastenia ya que también es posible que un paciente se sienta bajo en energía como resultado de sufrir una depresión u otra enfermedad.