Noam Chomsky se crió en el seno de una familia judía, pudo aprender el idioma hebreo y con frecuencia escuchaba innumerables debate acerca de la política del sionismo, ya que su familia estuvo relacionada con el sionismo de izquierdas, algo que influyó en sus estudios y en sus inquietudes acerca del mundo del razonamiento.
Aportó mucho a la lingüística moderna a través de la formulación teórica y la evolución del concepto de la gramática transformacional, cuya principal innovación reside en el desglose de dos niveles distintos en los análisis de las oraciones. Por una parte, la estructura trascendente, una serie de normas de gran generalidad, de las cuales se origina, a través de un conjunto de reglas de transformación, la disposición superficial de la frase.
Esta metodología, permite darle razonamiento a la identidad estructural trascendental, entre las oraciones aparentemente diferentes, como así suele ocurrir, por lo general, entre el modo pasivo y activo de la oración.
Algunos de sus aportes en materia de lingüística se encuentran:
- Argumenta que debe haber un conocimiento preciso, antes de la experiencia, que haga que el niño pueda manejar de una mejor manera, todas esas nociones, con mayor rapidez y sin una enseñanza explícita.
- No considera que los niños aprendan, solo porque los educadores se esfuerzan en emplear mecanismos para la ejecución de una conducta verbal correcta. Como por ejemplo, que si el niño enuncia mal, se le castiga y si lo hace bien, se le premia.
Aparte de su carrera lingüística, Noam Chomsky participó en algunos aspectos políticos, generando fuertes polémicas con sus acusaciones acerca del imperialismo estadounidense, desde que se dio inicio a la guerra de Vietnam y sus continuas críticas, de cómo se maneja la política y la economía en los Estados Unidos.
