También se usa la palabra obvención para aludir al impuesto o tributo eclesiástico es un tributo creado para aquellos contribuyentes que deseen sostener económicamente la Iglesia. Seguidamente es importante resaltar, que en Europa existe una singular separación entre la iglesia y el estado debido a la financiación de la organización religiosa, se encuentran en un largo debate que no parece acabar y cada año se intensifica cuando llega el momento de realizarse dicha obvención.
En este continente, existen dos formas de financiación de las confesiones religiosas, la directa, esta expone que es el propio estado o gobierno, el que respalda por medio de una servicio presupuestario las distintas religiones, principalmente las de mayor tradición y arraigo social. Como es el caso de muchas en los países del Este, entre ellos, Bélgica, Grecia y Luxemburgo. Este sistema también comprende la asignación tributaria, lo que sucede en el caso de España y la iglesia católica. Y por último la financiación indirecta, que los sistemas más habituales de esta financiación son los beneficios y exenciones fiscales.