La Orquesta Sinfónica moderna está formada por un número de ejecutantes que varía entre 60, 100 o más músicos, quienes tocan una diversidad de instrumentos los cuales representan la última etapa evolutiva de las múltiples experiencias que se han realizado en los cuatros siglos anteriores.
Los instrumentos de la Orquesta están divididos en cuatro secciones llamadas con más propiedad Familias. Dichas familias responden a una agrupación realizada en base a la forma de producir el sonido.
Se tiene a la familia de cuerdas, la cual es la más importante y numerosa de la orquesta (60% de los instrumentos), compuesta por el violín, la viola, el violonchelo, el contrabajo, el arpa, la guitarra y el piano. La familia de Viento Madera formada por la flauta, el flautín, el oboe, el corno inglés, el fagot, el contrafagot, el clarinete, y el clarinete bajo.
Le siguen la familia de Viento Metal compuesta por la trompa, la trompeta, el trombón y la tuba. Y por último, se encuentra la familia de Percusión, la cual está comprendida por instrumentos de tono definido como los timbales, el xilófono, la celesta, el carrillón y las campanas tubulares; y los de tono indefinible como el bombo, los platillos, las castañuelas, el triangulo, entre otros.
Existen también otros tipo de orquesta, como la orquesta de cámara, donde el número de instrumentos que se necesita es menor, y suele estar formada por 25-30 personas; hasta el siglo XVIII esta era la modalidad más habitual. Otro tipo son las orquestas formadas solo por una familia de instrumentos; por ejemplo, una orquesta de cuerdas, en la que solamente intervienen violines, violas, violonchelos y contrabajos.