La Osteopenia tiene la característica que comienza a formarse de manera asintomática, es decir, no produce ningún tipo de síntoma o dolor. Una persona puede determinar que posee Osteopenia por medio de un examen llamado Densimetría ósea, una especie de valorador por muestra ecográfica y comparación en tabulador. Se aplica en una «zona suave» dónde el hueso este cerca, como el hueso de la cadera, la mano, el talón del pie entre otros. Sin embargo, este estudio refleja un valor promedio estimado no precisó, por lo que es recomendable realizar con un escáner un estudio completo de toda la masa ósea que se tenga.
Los principales minerales presentes en los huesos son el calcio y el zinc, cuando el proceso de desmineralización comienza, estos son los primeros que empiezan a faltar, exponiendo así a los huesos a cualquier cantidad de complicaciones especialmente las fracturas. Existen casos en que la enfermedad rechaza el tratamiento suministrado a base de los minerales que a los huesos le faltan. En este caso el proceso degenerativo es más severo y puede convertirse en osteoporosis.
Son las mujeres quienes están más propensas a tener Osteopenia, después de los 35, comienza el proceso de entrada a la menopausia lo cual abre las puertas a muchas enfermedades y a la pérdida de minerales y nutrientes básicos para el buen funcionamiento del organismo. El hombre por su parte también puede sufrir de esta enfermedad, pero la estadística sostiene que es la mujer quien padece con mayor frecuencia de Osteopenia. La ingesta de suplementos vitamínicos ricos en proteínas y calcio puede representar una mejora para quienes padecen de los síntomas, pero en realidad lo que se debe tener en cuenta es la capacidad del organismo de asimilar este calcio «artificial«, se debe para evitar desde temprana edad tomar el calcio necesario sin llegar a los excesos.