La pericarditis la inflamación del pericardio, el tejido que cubre al corazón y las arterias en toda su extensión. La causa puede ser una infección, en las vías respiratorias, originada por un Echovirus, localizado en el tracto gastrointestinal, o un Coxsackievirus, ambos de la familia Picornaviridae. Cuando se trata de una infección bacteriana, se puede desarrollar pericarditis purulenta, aunque esto es poco frecuente. Se ha determinado que la población más proclive a presentarla tiene un rango de edad que va desde los 20 hasta los 50 años, afectando, asimismo, a hombres y mujeres por igual.
De entre los síntomas conocidos se encuentran: dolor torácico, ansiedad, fatiga, fiebre, tos seca, náuseas y vómitos, pérdida del apetito e hinchazón de las extremidades inferiores. Ente otros signos podemos encontrar a los latidos distantes o leve del corazón, además de derrame pleural. El tratamiento consiste en la administración de analgésicos y antiinflamatorios no esteroideos; cuando se trata de pericarditis bacteriana, los elementos escogidos deben ser antibióticos, mientras que la causado por hongos debe eliminarse con agentes antimicóticos.