Esta infección es comúnmente causada por la acumulación de fluidos del cuerpo, sangre o pus en el área abdominal, en la peritonitis primario o también conocida como peritonitis bacteriana espontánea un factor de riesgo que puede incrementar las probabilidades de padecer de la infección, es la ascitis (acumulación de líquido entre la membrana que recubre el abdomen y los órganos), las personas que son sometidas tratamientos con diálisis peritoneal también corren mayor riesgo.
En la peritonitis secundaria el principal elemento que provoca la infección son los golpes o heridas en el vientre, que pueden provocar una perforación en alguna víscera u órganos, infección contraída durante alguna cirugía, ruptura de absceso entre otras.
Por último se encuentra la peritonitis terciaria, se presenta generalmente en personas que posterior a una intervención quirúrgica, presentan malestar general en el cuerpo, provocado quizás por gérmenes que se ubican dentro de la cavidad peritoneal.
Los síntomas más resaltantes que puede generar esta afección son el dolor fuerte en el abdomen que puede ser repentino, la ubicación exacta del dolor va a depender de la causa que genera la inflamación en el peritoneo, tal molestia abdominal puede incrementar su intensidad al realizar cualquier tipo de movimiento, incluso al toser puede causar dolores fuertes en el paciente, en el caso de la peritonitis secundaria los pacientes suelen permanecer inmóviles para evitar que el dolor empeore y el abdomen se torna bastante rígido al tacto. Si la causa de la infección ha sido una perforación puede presentarse un cuadro de malestar general, con altos niveles de sudoración y ritmo cardíaco acelerado, otros síntomas son la fiebre y vómitos.
El tratamiento a aplicar para esta infección puede variar dependiendo del tipo, sin embargo es común que en la mayoría de los casos, se utilice la intervención quirúrgica para corregir el daño, posterior a ello se administrarán antibióticos.