Existe una relación funcional entre la estructura del arco del pie y la biomecánica de la parte inferior de la pierna. El arco proporciona una conexión elástica entre el antepié y el pie trasero. Esta asociación protege de manera que, la mayoría de las fuerzas incurridas durante la carga de peso del pie se pueden disipar antes de que la fuerza alcance los huesos largos de la pierna y el muslo.
En el pie plano, la cabeza del hueso del talud es desplazada medial y distal del navicular. Como resultado, el ligamento del resorte y el tendón del músculo tibial posterior se estiran, tanto que el individuo con el pie plano pierde la función del arco longitudinal medial (MLA). Si el MLA está ausente o no funciona tanto en posición sentada como en posición de pie, el individuo tiene pie plano «rígido». Si el MLA está presente y funcional mientras el individuo está sentado o de pie sobre los dedos de los pies, pero este arco desaparece al asumir una postura pie-plana, el individuo tiene pie plano «flexible». Esta última condición puede corregirse con soportes de arco bien ajustados.
Tres estudios de reclutas militares no han mostrado evidencia de aumento posterior de lesiones o problemas en los pies debido a los pies planos en una población de personas que alcanzan la edad de servicio militar sin problemas previos de pie. Sin embargo, estos estudios no pueden ser utilizados para juzgar posibles daños futuros de esta condición cuando se diagnostica a edades más tempranas. Tampoco pueden aplicarse a personas cuyos pies planos estén asociados con síntomas de los pies o ciertos síntomas en otras partes del cuerpo (como la pierna o la espalda) que puedan referirse al pie.