Pitágoras desde muy joven, tuvo la oportunidad de viajar por Babilonia, Egipto y quizás por la India; viajes en donde pudo adquirir conocimientos a cerca de la astronomía y las matemáticas. El andar por estos pueblos generó una gran influencia en Pitágoras en aspectos relacionados con la religión.
Instauró una escuela filosófica y religiosa al sur de Italia, la cual tuvo muchos seguidores. Estas personas se hacían llamar matemáticos y se caracterizaban por ser vegetarianos y carentes de cualquier tenencia personal. Esta escuela se fundamentó en el pensamiento de Pitágoras, el cual estaba dividido entre lo místico y lo científico. El misticismo de su doctrina habla de la transmigración de las almas, Pitágoras creía en la reencarnación, en que el alma era eterna y podía reencarnar en distintos cuerpos; por lo que estaba prohibido el consumo de carne, ya que se pensaba que cualquier animal podría ser la reencarnación de un familiar. De allí su inclinación por el vegetarianismo. En cuanto a lo científico de su doctrina, ésta sostenía que los números eran el principio de todo.
Pitágoras hizo grandes aportes tanto en la astronomía como en la música y en las matemáticas, aportes que han trascendido con el pasar del tiempo y que aún sirven de guía para las futuras generaciones.
Entre los aportes matemáticos atribuidos a este gran filósofo y que le hicieron merecedor del calificativo de “Padre de las matemáticas”, está la creación del famoso teorema de Pitágoras el cual dice que: “en un triángulo rectángulo el cuadrado de la hipotenusa es igual a la suma de los cuadrados de los otros dos lados. Quedando expresado algebraicamente como: a2+b2 = c2. Del mismo modo se le atribuye el descubrimiento de los números irracionales; las medias aritméticas, la media geométrica, los números poligonales, entre otras.
En definitiva no se tienen muchos registros comprobables de la vida de Pitágoras, ya que se desconoce de la existencia de escritos firmados por él, o de biografías publicadas por sus contemporáneos. Sin embargo, se presume que murió en Metaponto (Italia) en el año 475 a.C.