El Plan PIVE en sí, consiste en el aporte de 1000 euros por parte del fabricante, junto a otros 1000 aportados por el Ministerio de Industrias, para que el usuario pueda adquirir un nuevo vehículo que no exceda la cifra de 25 mil euros, mientras que el coche que se da de baja, debe superar los 12 años. Esto quiere decir que el monto por el cual el consumidor adquiera el nuevo vehículo, será mucho menor, gracias a los aportes gubernamentales y del fabricante. Sin embargo es importante señalar que dependiendo del nivel económico del usuario, los descuentos del vehículo pueden variar. De igual forma y dejando a un lado el aspecto monetario, otro aspecto favorable es el hecho de que la erradicación de vehículos antiguos y sus trámites es mucho más sencillo.
Para que el plan PIVE pueda ser aplicado, es necesario que se cumpla con un requerimiento y es la eliminación de algún vehículo que supere los 12 años de antigüedad. Por su parte el vehículo que se debe adquirir, tiene que ser eléctrico y el combustible que utilice debe ser alternativo, como por ejemplo el gas, o en su defecto que dicho auto sea calificado como A o B según los niveles de eficiencia energética de la IDEA.
Con este plan, todos obtienen algún beneficio, el usuario por un lado adquiere un vehículo a un costo menor, el gobierno contribuye a la disminución de gases contaminantes, provocados por los vehículos antiguos y finalmente la industria automotriz también sale favorecida, ya que el que una persona compre un nuevo auto es muy beneficiosa para tal industria.