Entre sus síntomas están la fiebre, el vómito, los escalofríos, aumento repentino de sed, deshidratación, fatiga y agotamiento, sangre en la orina, tanto en el hombre como en la mujer le salen secreciones de sus genitales con mal olor junto con picazón y dolores de espalda.
Las causas son variadas pero el tenerla es una manera de detectar la diabetes, como también ciertos medicamentos pueden aumentar el líquido de la vejiga como los diuréticos, los problemas de salud avanzados de ciertas deficiencias como la polidipsia psicogénica, el consumo de una mala alimentación y alimentos que aumentan la ingesta de agua, las bebidas con cafeínas como los refrescos, el chocolate, el café y el té, las comidas con mucho picante, las bebidas alcohólicas y más.
El sistema urinario alterado por diferentes causas anormales como la cistitis, la nefritis, las infecciones del tracto urinario, enfermedades relacionadas con los riñones como lo es la insuficiencia renal. Los problemas hormonales también son causante de este mal, como el síndrome de Cushing, el hipertiroidismo, la enfermedad de Conn, la misma Diabetes Mellitus, el embarazo entre otros.
La mala circulación aumenta el riesgo de padecerla, como la insuficiencia cardiaca, las taquicardias frecuentes y la edad avanzada. Los daños neurológicos la complican y agravan como las migrañas y la cefalea, el síndrome de pérdida de sal cerebral, el lupus eritematoso como enfermedad, la artritis reactiva, el síndrome de Sjogre y la fatiga crónica entre una gran variedad de padecimientos.
Los tratamientos varían según la condición que el paciente padezca, que algunas veces van desde el más sencillo como unos simples antibióticos hasta llegar a una cirugía de alto riesgo para poder corregirla, como también hay tratamientos menos invasivos como el reentrenamiento de la vejiga con los ejercicios de Kegel, para dar más fortalecimiento a la pelvis.
