En el área médica, el preceptor es la persona responsable de conducir y supervisar, a través de la orientación y el acompañamiento, el desarrollo y el desempeño de los médicos residentes en las diferentes especialidades de un hospital. Cada preceptor debe tener una formación completa en el área en la que va a actuar, ya sea farmacia, fonoaudiología, fisioterapia, nutrición, educación física, odontología, etc.
En la Edad Media, la preceptoría era la sede de ciertas órdenes cristianas, como esa de los Templarios o los de la Orden de Malta. Allí, el preceptor era una especie de Gran Maestro de la orden respectiva, que enfoca sus acciones en su iglesia y sus hermanos.
Un profesional que trabaja en los hogares de familias adineradas y se hizo cargo de la educación de los niños a través de actividades de capacitación y seguimiento personalizado. Es un profesional que, además de impartir conocimiento, también ofrece valores y normas a través del valor de la autoridad.
Por esta razón, es una figura muy importante de referencia educativa para el niño ya que el preceptor comparte muchos momentos con el alumno, lo corrige de forma constructiva, refuerza sus virtudes, lo alienta a ser mejor cada día, y alimenta el deseo para el conocimiento. Además, el preceptor goza de la confianza absoluta de los padres que confían en su eficiencia y profesionalismo.
Un claro ejemplo de la figura del preceptor se puede encontrar dentro del campo de la salud. Por lo tanto, los jóvenes que trabajan como médicos que residen en un hospital tienen un preceptor. Esto es responsable de guiarlos, acompañarlos, supervisarlos y guiarlos para que puedan actuar y llevar a cabo sus funciones establecidas de la mejor manera posible.
En muchos casos, la tarea del preceptor es informal ya que sus tareas y obligaciones no están sistematizadas. Se puede decir que el preceptor es el encargado de garantizar el buen comportamiento de los alumnos durante el horario escolar pero fuera de las clases, es decir, cuando el docente no está presente.
