Continuando su crecimiento hasta que alcanza la edad adulta y mantiene su tamaño mientras el hombre produzca hormonas masculinas; porque sin la presencia de estas hormonas, la glándula prostática no puede desarrollarse llegando así a reducir su tamaño, que en algunos casos llega a desaparecer de un todo del cuerpo humano. A través de los vasos linfáticos hace su drenaje linfático que drenan lo hace en la superficie formando la red periprostatica, que a su vez drena tanto en los ganglios de la cadena ilíaca externa, como en los ganglios sacros y los hipogástricos.
Para comprobar su estado es palpada por un examen físico llamado tacto rectal, allí se comprueba su tamaño en tiempo real, también se puede visualizar por medio de la ecografía transrrectal, la tomografía axial, la tomografía computarizada y la resonancia magnética nuclear. Con estos exámenes se pueden observar varias zonas de la próstata, pero las dos más importantes son: la zona periuretral o central que rodea la uretra, es asiento de la hiperrotrofia de próstata y la zona periférica o marginal que es donde se suele localizar el cáncer. Siendo las enfermedades más frecuentes la prostatitis, es una inflamación muy compleja en sus síntomas que van de aguda , crónica, crónica a bacteriana y la prostatodinia; complicando así el funcionamiento de la próstata, siendo la más frecuente en adultos jóvenes o de edad media, suele presentar infecciones urinarias con frecuencias, la hipertrofia benigna de próstata y el cáncer de próstata.