El 18 de Febrero de 1983 hubo una devaluación de la moneda venezolana, el bolívar se mantenía fuerte a un cambio fijo de Bs. 4.30 por Dólar Estadounidense y los venezolanos tenían el libre acceso a este a través de las casa de bolsa y las diferentes modalidades de compra venta de la moneda extranjera, pero de repente, producto de inestabilidad del mercado financiero venezolano con la creación de las llamadas empresas del estado para el desarrollo de las comunidades y la tecnología que terminan quebradas se origina un mercado de divisas oficial que restringe las divisas de la siguiente manera:
El cambio de Bs. 4,30 bolívares quedaría sólo para las importaciones y actividades esenciales a criterio del gobierno. El dólar a Bs. 6,00 “Para las cosas menos importantes” entre las que estarían incluidas las transacciones naturales con divisas que realizaban los venezolanos con el dólar de “Fácil Acceso” y finalmente con esta situación generaría el mercado paralelo inicialmente administrado por el Banco Central de Venezuela en el que había libre acceso a las divisas a un precio superior “Pero seguras para todo aquel que las deseara”. Este 18 de Febrero de 1983, se le conoció como viernes Negro.
Cualquier parecido con la realidad actual de Venezuela no es mera coincidencia, pareciera que en el gobierno de turno se desarrollaron las mismas ideas con el fin de implantar en la sociedad un modelo económico distinto al Capitalista, el Socialismo. Con CADIVI, sistema de control de cambio instaurado por la administración de Hugo Chávez no solo generó un descontrol en el mercado paralelo, sino que ha restringido el acceso a las divisas tanto a la empresa privada como a los naturales, forzando así a una depresión económica peor que la originada por RECADI.
