Aunque el término se aplica más generalmente al fenómeno de la hernia rectal en la zona vaginal en las hembras, los varones pueden sufrir con una condición nombrada asimismo. Rectoceles en los hombres son poco comunes, y por lo general la protrusión es hacia atrás en lugar de hacia adelante, como la glándula prostática proporciona apoyo estructural anteriormente en los hombres. La prostatectomía parece estar asociada con los rectoceles en los hombres.
Los casos leves pueden producir simplemente una sensación de presión o protrusión dentro de la zona vaginal, y la sensación ocasional de que el recto no ha sido completamente vaciado después de una evacuación intestinal. Los casos moderados pueden implicar dificultad para pasar las heces (porque el intento de evacuar empuja las heces hacia el rectocele en lugar de salir por el ano), malestar o dolor durante la evacuación o el coito, estreñimiento y una sensación general de que algo está “cayendo” dentro de la pelvis. Los casos graves pueden causar sangrado vaginal, incontinencia fecal intermitente, o incluso el prolapso de la protuberancia a través de la entrada del genital femenino, o prolapso rectal a través del ano. La evacuación digital, o empuje manual, en la pared posterior de la zona vaginal ayuda en la evacuación intestinal en la mayoría de los casos de rectocele. El rectocele puede ser una causa de síntomas de defecación obstruida.
La cirugía para corregir el rectocele sólo debe considerarse cuando los síntomas continúan a pesar del uso de manejo no quirúrgico y son lo suficientemente significativos como para interferir con las actividades de la vida diaria. Por lo general se realiza mediante colporrafia posterior, que implica suturar el tejido vaginal. La cirugía también puede implicar la inserción de una malla de soporte (es decir, un parche). También hay técnicas quirúrgicas dirigidas a reparar o reforzar el tabique rectovaginal, en lugar de la simple escisión o aplicación de la piel vaginal que no proporciona apoyo. Ambos, ginecólogos y cirujanos colorrectales, pueden abordar este problema. Las complicaciones potenciales de la corrección quirúrgica de un rectocele incluyen sangrado, infección, dispareunia (dolor durante el coito), así como recurrencia o incluso empeoramiento de los síntomas del rectocele. Los injertos sintéticos o biológicos no deben utilizarse en las reparaciones del rectocele.
