El individuo que opta por refugiarse en otra nación, lo hace porque siente que el país en donde reside no le brinda las condiciones de protección indispensables para preservar su vida. Un desastre natural, un conflicto internacional, por algún motivo racial o religioso, son algunas de las causas que originan que un individuo abandone su país para refugiarse en otro. El derecho al refugio está integrado en lo que es la declaración universal de los derechos humanos. Cada país tiene una legislación para los casos de refugiados y el trato hacia ellos va a depender de cómo están estructuradas.
Es importante resaltar que todos los tratados y protocolos internacionales obligan a las naciones a conceder asilo y a no devolver por la fuerza a los refugiados a sus países de origen. El organismo que actualmente es el encargado de otorgar apoyo a los refugiados, es “La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los refugiados” (ACNUR) fundada en 1949. La ACNUR contempla tres formas de resolver el problema de los refugiados: primero por medio del regreso voluntario, es decir, las personas regresan a su país de origen siempre contando con la compañía o apoyo de ACNUR, o también pueden ser ubicados en otro país diferente al que les dio refugio y al de origen, o por medio de una unificación local.