Cuando se habla de los reportajes hechos especialmente para medios impresos, la mayor parte del tiempo van acompañados de imágenes que describan o se relacionen con el tema tratado. Sin embargo, estas características varían según las convenciones de apariencia que tenga el periódico o revista. La principal misión es transmitir una información veraz, sin cambio alguno sobre las circunstancias del hecho. Los reportajes para medios televisivos tratan de trasladar al espectador hacia el lugar del acontecimiento, proporcionando imágenes y vídeos, acompañados por la narración del sujeto que presenta la noticia.
Una característica resaltante de los reportajes es que, a diferencia de las actualizaciones corrientes, tienen una duración más larga, necesaria para poder ahondar en el tópico discutido. Su estructura consta de dos partes principales, el inicio y el desarrollo; en el primero se incluye la introducción al tema, contraste y las citas, mientras que el último está reservado exclusivamente a explicar el tema.
Existen 10 tipos de reportajes, según la temática que siguen, siendo estos: científico, dentro del que se habla sobre el avance científico y tecnológico; explicativo, en donde se profundizan temas que resultan de interés público; investigativo, aquel en el que un periodista debe consultar diversas fuentes que hablen de un mismo tema, para encontrar detalles que resultaban desconocidos; de interés humano, el cual trata con la vida y acciones de una persona o colectividad; formal, no se incluye el punto de vista del investigador, es similar a la noticia corriente; narrativo, su estructura denota los hechos como si fueran una historia; interpretativo, en el que se debe explicar, mediante una redacción creativa, el contextos que enmarcan una noticia; autobiográfico, en el que se destaca la vida del propio periodista; informativo, en él se detallan la noticia con profundidad; por último, el descriptivo se encarga de relacionar los aspectos sensoriales de un suceso.