Entre las causas que desencadenaron el surgimiento de esta revolución se encuentran: el absolutismo monárquico, caracterizado por un ilimitado poder del Estado sin que existiese control alguno sobre sus acciones. Desigualdad política, económica y social. Falta de derechos y libertades. El desmejoramiento económico y la crisis agrícola que se agravó por las malas cosechas de los años anteriores a la revolución. La quiebra financiera provocada por la corrupción del sistema fiscal, la mala percepción y la desigualdad de los impuestos. Los gastos de las guerras causados por el apoyo militar a la guerra de independencia de los Estados Unidos.
Durante esa época, la sociedad se encontraba dividida en tres sectores sociales llamados Estados. El primer Estado era la iglesia; ésta recibía por parte de los campesinos el diezmo producto de sus cosechas. Solo la iglesia estaba autorizada para celebrar casamientos, nacimientos y elaboración de actas de defunción; además de esto la iglesia tenía control sobre la educación.
El segundo Estado era la nobleza. Éstos eran los dueños del 30% de las tierras, los nobles estaban exonerados del pago de la mayoría de los impuestos y ocupaban todos los cargos públicos. El tercer Estado estaba compuesto por una población variada: Por una parte estaba la burguesía, formada por los ricos financistas y banqueros; luego estaban los comerciantes, los artesanos, los campesinos libres, el proletariado urbano, quienes se encargaban de los trabajos artesanales y las labores domésticas. Finalmente estaban los siervos quienes debían trabajo y obediencia a sus señores.
El tercer Estado a pesar de cumplir con el pago de sus impuestos y realizar los peores trabajos, no contaban con ningún tipo de derechos. Fue entonces cuando comenzaron los descontentos, ya que la burguesía necesitaba tener un poco de acceso al poder y manejar un Estado centralizado que impulsara y protegiera sus actividades económicas.
Fue entonces cuando el 14 de julio de 1789, la burguesía recibe el apoyo de parte de un gran sector explotado por la nobleza: los campesinos que en medio de una agitada muchedumbre revolucionaria, integrada por hombre y mujeres, hastiados de tanta injusticia y de hambre, se dirigen de manera violenta a la Bastilla (símbolo del régimen absolutista), la cual funcionaba como cárcel para los opositores al sistema de gobierno y la toma por la fuerza. Esta acción logra aterrorizar a los adeptos al antiguo sistema, otorgándoles así el triunfo a los revolucionarios y desplazando del poder a los nobles y partidarios del absolutismo.
El legado de la revolución Francesa fue muy significativa para el surgimiento de la democracia. A partir de este hecho, gran parte de los países occidentales, incluyendo América, han encontrado en formas de gobierno democráticas, la solución a sus problemas.