Los ronquidos son el resultado del aleteo de los tejidos blandos de la garganta y de la nariz, sobre todo los del velo del paladar que viene siendo la parte trasera del paladar. Durante la fase de sueño, los músculos de la faringe se debilitan y podría ocasionar una obstrucción parcial de la faringe. La corriente de aire se precipita al entrar a los pulmones para que estos permanezcan perfectamente nutridos, de manera que lo tejidos que se relajan producen vibración y es lo que produce el ronquido.
Generalmente las estructuras abarcadas son la Campanilla y el Velo del paladar. Se manifiesta un flujo anormal de aire inducido por ciertos bloqueos que son regularmente uno o varios de los siguientes:
- Agotamiento en la garganta, produciendo que se cierre durante el sueño.
- Deslizamiento de la mandíbula, frecuentemente ocasionado por tensión muscular del cuello.
- Acumulación de grasa alrededor de la garganta.
- Obstrucción en las vías respiratorias.
- Apnea obstructiva del sueño.
- Conductos faríngeos estrechos, estimulando que los tejidos adyacentes se toquen entre ellos.
- Relajantes como el licor, capaz de debilitar los músculos de la garganta.
- Asiento sobre la espalda, que logra deslizar la lengua hacia la parte trasera de la garganta.
Los ronquidos son una señal o indicador del Trastorno del sueño y una variación en la respiración, y que pueden traer graves consecuencias, comenzando por un estado soporífero de somnolencia estacional, pérdida transitoria de la memoria causando dificultad para recordar nombres, fechas etc., imposibilidad parcial del meditación lógico como el de no poder realizar operaciones aritméticas por ejemplo y fuertes jaquecas, irritabilidad, problema para retener, pérdida de conocimiento situacional y cambios bruscos de carácter.