El nombre «Ruta de la Seda» fue inventado por el geógrafo de origen alemán Ferdinand Freiherr von Richthofen, quien en el año 1877 lo utilizara por primera vez en su obra “Viejas y nuevas aproximaciones a la Ruta de la Seda”. La idea del nombre surgió debido a que la seda era la mercancía más comerciada que circulaba por dicha ruta, cuya fabricación era un secreto que solo los chinos poseían. Los pobladores de la antigua Roma fueron quienes más interés mostraron por la seda, considerándola como un material lujoso, los encargado de dar a conocer este material en esa región fueron los los partos, quienes se dedicaban a su comercio, además de la seda una gran variedad de productos eran comercializados a través de estas rutas, tales como los diamantes, rubíes, piedra, lana, marfil, especias, vidrio, coral entre otros.
Los especialistas aseguran que esta ruta existió como un espacio de intercambios de diferentes tipos desde el paleolítico, siendo un remanente de lo que fue la Ruta de jade, la cual existió hace 7000 años aproximadamente. Se cree que estos caminos surgen como resultado de la curiosidad del emperador chino Wu de la dinastía Han por las civilizaciones lejana, que poblaban en las regiones occidentales. Para ese entonces los pueblos romanos y griegos utilizaban la denominación de “país de los Seres” para denominar a China a. Durante la época del cristianismo, los pobladores del imperio quienes se volvieron grandes admiradores de la seda luego de haberla conseguido gracias a los partos, que en ese entonces eran los encargados de este comercio.