Este sÃndrome se caracteriza porque el afectado suele presentar el sentimiento de autoridad hacia los demás; Generalmente esto se suele presentar por el hecho de que los padres le otorgan privilegios excesivos al niño o niña que la padece, complaciéndolo en todo lo que quiere sin que tenga ningún tipo de condición; de esa forma, cuando no obtiene lo que desea, se tornará enojado de forma extrema, incluso pudiendo desencadenar en agresiones verbales y fÃsicas junto con aires de autoridad y prepotencia.
Entre las caracterÃsticas más resaltantes del sÃndrome del emperador destacan las siguientes.
- Percibe de forma exagerada lo que le corresponde. Es decir que el niño no pide, al contrario, exige; hasta el extremo de no sentir satisfacción con nada. Cuando al final logra conseguir lo quiere, vuelve a querer más de lo que obtuvo.
- Poca tolerancia a la frustración, sensación constante de aburrimiento o negación ante aquello que ha pedido. Si este es el caso suele responder con rabietas, ira, insultos o violencia con sus familiares y amigos, sin que le importe si es en un lugar público.
- Tiene poca capacidad para resolver problemas por su propia cuenta. Esto se debe a que está acostumbrado a que se los resuelvan los demás.
- Es egocéntrico, por lo tanto, cree firmemente que el mundo gira alrededor de él.
Los padres deben estar alertas a una serie de señales que les indiquen que se está en presencia del sÃndrome del emperador. Se debe estar muy al pendiente de los niños que suelen imponer de forma sistemática su voluntad o en su defecto tienen rabietas en lugares públicos delante de toda la familia. De igual forma, es importante estar atentos en el niño que siempre se sale con la suya, ya que, en muchas ocasiones, hacen girar a la familia a su entorno.