Adolf Hitler redactó su primer documento político en septiembre de 1919, donde indicaba que el “asunto judío” tenía que solucionarse con la eliminación completa de los judíos en Europa, este problema tiene que ser ejecutado no de manera emocional, a través de linchamientos multitudinarios, sino mediante una planificación eficiente. Para Adolf Hitler la cuestión judía era el asunto fundamental del nazismo.
El acoso y la discriminación de los judíos fueron ejecutados en diferentes ciclos. En el verano de 1934 los nazis llegaron al poder, impusieron el racismo en las leyes antisemita, con las legislaciones de Núremberg el cual fueron aceptadas en septiembre de 1935, donde le rechazaban la nacionalidad del Reich a los alemanes judíos, y también se establecieron códigos donde se prohibía el casamiento entre alemanes no judíos y alemanes judíos, de esta manera fueron siendo desplazados y se les arrancó todo derecho como residente.
En noviembre de 1938 los boicots y el linchamiento en masa de judíos, este día es comúnmente conocido como la noche de los cristales rotos, donde más de 30.000 personas judías fueron desterrados en multitud a los famosos campos de concentración de Buchenwald, Dachau, y Sachsenhausen.
En los dos crematorios más grandes fueron construidos entre 1942-1943. Cada uno de ellos tenía cámaras de gas subterráneas y vestidores, allí se podían calcinar más o menos 2000 cadáveres en 24 horas. Los cadáveres eran trasladados a los hornos mediante ascensores al piso de arriba.
Posteriormente fueron creados dos hornos más el III y el IV donde se podían incinerar más de 1500 cuerpos en 24 horas.
