Los principales objetivos que tiene las personas para acudir a este tipo de formación son muy variados, puede que el motivo sea la búsqueda del desarrollo profesional, también podría ser el networking o en su defecto puede que su objetivo sea conseguir la solución a un problema empresarial que no sabe cómo solventar. Cualquiera sea el objetivo, lo que sí es seguro es que cuentan con poco tiempo para asimilar toda la información y optimizar al máximo el tiempo que tienen junto al mentor, por ello lo que mejor se puede hacer es seleccionar bien las preguntas para hacer al mentor y, en especial, estar predispuesto a recibir respuestas que quizás no eran las que se esperaban. Uno de los mejores consejos que se pueden tomar al realizar un speed mentoring de forma exitosa, es la capacidad del mentee a abrir la mente y saber escuchar consejos e ideas que quizás sean opuestas a las que se tenían en mente.
Un mentor debe tener amplia experiencia y conocimiento sobre diversos temas, sin embargo, es importante acotar que esas características no son suficientes para ser un buen mentor en un speed mentoring. Además de ello es necesario tener la capacidad de transmitir y comunicar una buena historia es vital para que el mentee interiorice la información de una forma un poco más práctica.
Por lo general, los programas de speed mentoring se encuentran destinados al desarrollo profesional de quienes participan en él. Cabe acotar que el contexto del speed mentoring es muy enriquecedor ya que este sirve como enlace intelectual para el intercambio de ideas entre el mentor y los alumnos.