De esta forma, siempre que la descripción sea buena y detallada, la idea del escritor se transmite mejor.
Un texto descriptivo puede ser breve pero debe contener las siguientes partes: el tema que se debe presentar, la caracterización del objeto de estudio que se describirá (aspecto y propiedades) y sus asociaciones con el mundo exterior (marco).
Los temas presentados en este tipo de textos pueden ser de lo más variados dependiendo del tipo de texto descriptivo que pueda ser de descripción objetiva o subjetiva de la realidad. El tema cubierto se puede ubicar al principio o al final del texto.
La caracterización del objeto elegido debe transmitir las cualidades, propiedades o partes que componen el objeto de estudio como un todo.
Las asociaciones que hace un texto descriptivo del objeto en relación con el mundo exterior se expresan a través de recursos lingüísticos y figuras literarias como adjetivos, enumeración, comparación, metáfora e hipérbole.
Los textos descriptivos se caracterizan por presentar coherencia y cohesión como en todos los textos. Un texto descriptivo busca crear una imagen mental del objeto en el destinatario del mensaje. En este sentido, la emisora utiliza recursos lingüísticos y literarios para lograr su objetivo.
Dependiendo de la naturaleza o tipo de texto descriptivo (objetivo o subjetivo), el lenguaje puede ser denotativo o connotativo. El lenguaje denotativo es aquel que se utiliza para expresar datos e información de una manera clara y objetiva. El lenguaje connotativo, por otro lado, transmite ideas en un sentido simbólico o figurativo, tales como, «El frío era tan frío que se escalofría hasta los huesos«.
Los textos descriptivos se dividen en dos grandes grupos: el descriptivo objetivo y el descriptivo subjetivo. Ejemplos de textos descriptivos objetivos son textos científicos, técnicos, sociales y manuales. Ejemplos de textos descriptivos subjetivos son los textos de opinión, publicidad, poemas, novelas, canciones y crónicas.