Viene en una presentación comercial en comprimidos de 0,25mg; 0,50mg; 1mg; 2mg; y en gotas orales de 0,75mg/ml; y es comercializado por la compañía farmacéutica Pfizer S.A.
Su administración solo es permitida bajo supervisión médica, por lo que su venta es restringida. La dosis a tomar va a depender de lo recomendado por el médico.
Trankimazin produce efectos hipnoforos, es decir que ayuda a conciliar el sueño a corto plazo. De igual manera contribuye en la disminución de la excitación del cerebro. Otra de sus características es que sirve como antidepresivo, ya que su estructura es similar a la de los antidepresivos tricíclicos por el anillo triazol añadido a su estructura química; sin embargo el efecto más notable es el de ansiolítico.
Debido a su potencial adictivo, los médicos recomiendan administrarlo solo en tratamientos de corta duración.
Está prohibido utilizar trankimazin en pacientes con historiales respiratorios o con afecciones hepáticas graves. Es importante que el médico conozca si la persona ha tenido problemas renales o si ha tenido episodios recurrentes de depresión. Del mismo modo está prohibido administrarse en niños.
Se recomienda no aumentar la dosis prescrita por el médico, ni prolongar el tratamiento más allá del tiempo estipulado. Es posible que la persona sufra de sofocos, intranquilidad, falta de concentración, si decide interrumpir de forma brusca el tratamiento con trankimazin, es por esto que los especialistas recomiendan hacerlo de manera gradual de acuerdo con las instrucciones dictadas por él.
Durante la medicación con este fármaco, el paciente debe evitar el consumo de alcohol, ya que puede potenciar la sedación y afectar su estado de alerta.
Es importante evitar el consumo de esta sustancia en mujeres embarazadas o en periodos de lactancia. También es preciso estar atentos cuando se administre en personas de la tercera edad ya que se pudieran presentar los siguientes efectos colaterales: desorientación, deterioro de la capacidad motora, irritabilidad, etc.