El tránsito representa la cantidad de autos que se movilizan a lo largo del día por las distintas vías de circulación.
Las dificultades que ha tenido el tránsito en los últimos años dentro de los espacios urbanos, ha ido incrementándose con el tiempo, desde que apareció el primer automóvil, en el siglo XX. A partir de allí, el hombre se ha dedicado a crear toda clase de medidas o normas que permitan la regulación y organización del tránsito: las señales de tránsito, los fiscales de tránsito, los semáforos, etc.
Actualmente y debido al incremento de la población, el tránsito vehicular puede tornarse desastroso, sobre todo en las primeras horas de la mañana y en la tarde, que son los horarios donde hay más afluencia de vehículos y peatones.
El tránsito de vehículos, puede traer consecuencias negativas para el ambiente, ya que los vehículos son los principales agentes de contaminación debido a la expulsión de dióxido de carbono, el cual puede perjudicar la salud de las personas que habitan en las ciudades. Además de otros efectos negativos asociados al fuerte tránsito como lo son la contaminación sónica y el estrés.
El control del tránsito le corresponde a los entes del gobierno, quienes son los encargados de mantener las vías en buen estado, con la finalidad de que el tránsito circule con normalidad y sin contratiempos. Los accidentes de tránsito, son las principales causas de fallecimiento anual en estos tiempos, de allí la importancia del buen funcionamiento de los semáforos, el mantenimiento de las calles y la correcta señalización de avenidas y carreteras y sobre todo que se sancionen a aquellos que transgredan las leyes de tránsito.
En astronomía, por su parte, existe un fenómeno llamado tránsito astronómico que se origina cuando un planeta, satélite o estrella, pasa por delante de otro de mayor volumen, haciendo dificultosa su visión. Un ejemplo de esta clase de transito son los llamados “eclipses solares” en donde la luna no permite que se vea al sol.