Tal y como sucede con otros cereales, la palabra trigo, además de designar a la planta, aún designa a sus embriones. Junto al maíz y al arroz, el trigo es uno de los tres granos más producidos en el planeta entero e incluso el que más consumen los individuos humanos desde momentos muy remotos. Cabe sobresalir, que su principio se remonta a la Mesopotamia (Siria, Irak, Jordania, Turquía) unos siete mil años atrás.
En tanto, no sería sino incluso su cultivación de manera consciente y cuidada que el trigo produciría comestible contante y sonante para el mundo entero, puesto que en estado salvaje u original, no se podría de ningún modo haber convertido en uno de los alimentos más populares.
El amarillo es su color característico y sus principales usos son: para elaborar harina o fécula (como se mencionó al principio), cerveza, harina integral, sémola y una importante variedad de alimentos. El incremento y el avance del trigo requieren de unas condiciones climáticas específicas equivalentes como: temperaturas que oscilan entre los 3° y los 33° C, siendo entre 10° y 25° la más apropiada; necesidad de una humedad entre el 40 y el 70 %; presenta una baja obligación de líquido, de 400 a 500 mm. por ciclo; y el piso más satisfecho será aquel suelto, profundo, fértil y exento de inundaciones.
Por otro lado, el trigo candeal es una género de trigo más blanco que el tradicional y que ostenta una clase superior. Entre sus principales privilegios se cuentan: apresto, brizna, fitoesteroles, gluten y celulosa. Actualmente, China es la nación que encabeza la obtención universal de trigo, desbancó a la Unión Soviética que ocupó el trono por años y años, luego le siguen la India y los Estados Unidos.
Cabe mencionar que, en el idioma popular es constante que nos encontremos con el uso del término trigo contenido en una expresión: no ser trigo limpio (que se aplica a una habitante o a un tema cuando no resultan ser claros o transparentes, tal como se esperaba).