Un vector posee las siguientes características:
Origen: Cuando un vector es usado, parte de un punto del cual tendrá como partirá para cumplir con su objetivo clave.
Longitud: La cual es necesaria para el estudio matemático de la función en estudio, para obtenerla, es necesario calcular el modulo con los puntos de origen y llegada respectivamente elevados al cuadrado y dentro de una raíz.
Dirección: Esta se visualiza dependiendo de la orientación que tenga en el espacio. Puede ser creciente o decreciente dependiendo de la magnitud en estudio.
Sentido: Básicamente es hacia a donde apunta la punta de la flecha con la que es representado.
Un vector en estudios básicos se puede encontrar en el plano cartesiano, cuyas dos dimensiones permiten el estudio del comportamiento de puntos a fin de establecer parámetros y respuestas que den las respuestas de la función. Sin embargo, el estudio en 3D (en el espacio) se emplea vectores como ejes coordenados.
A pesar que es usado generalmente en la Geometría, el Vector no deja de tener un significado abstracto, por lo que se emplea en áreas ajenas al cálculo matemático, como por ejemplo: En la informática, en la biología, en el estudio de mapas (cartografía) y muchos más. Cuando la palabra vector es usada en un contexto, produce la sensación de que nos dirigiremos desde un punto de partida a uno de llegada. Es importante señalar que el uso de esta palabra en la vida cotidiana no es común sin embargo un concepto filosófico nos indica que un vector es toda acción proyectiva que tiene cualidad e intensidad variables. Cuando nos trazamos un plan, una meta o una estrategia para llegar a un objetivo ya establecido, creamos un vector mental dirigido a la misión que nos proponemos.