El veganismo no solo se aplica en la manera de comer, sino que se encuentra complementado con el rechazo a ciertas prácticas, como lo son el ser partícipes de cualquier acto de entretenimiento, que implique la presencia de animales en cautiverio (circos, zoológicos, acuarios, etc.), evitar el uso de prendas de vestir de origen animal (abrigos, zapatos, carteras, correas, etc.). En fin, el veganismo repudia cualquier trato de salvajismo, aprovechamiento o sometimiento de animales por parte del hombre.
Es probable que en ocasiones se confunda al vegano con el vegetariano, sin embargo, la diferencia está, en que muchos vegetarianos no consumen carne, pero si consumen alimentos que no se producen acosta del sufrimiento de los animales, como es el caso de la leche, la miel y los huevos, acción que no comparten los veganos, ya que éstos ni comen carne animal ni consumen lo que provengan de ellos. Por lo tanto, un vegano si es vegetariano, pero un vegetariano no es un vegano.
Las personas que llevan una dieta vegana, tienen una alimentación de origen vegetal, continuando con lo que sería una pirámide nutricional determinada, encontrándose cereales, verduras, frutas, frutos secos y legumbres. Entre los cereales predilectos se encuentran el arroz, la avena, la soja, la pasta, el centeno, entre otros. El consumo de proteínas es muy importante para los seres humanos, y éste se encuentra generalmente en los productos cárnicos, sin embargo en el veganismo se trata de sustituir por alimentos vegetales llenos de proteínas, como lo son los frutos secos, algunas legumbres y vegetales de color verde.
Al momento de analizar cualquier tipo de alimentación, lo que se busca es que esta se encuentre equilibrada. Para que el organismo de una persona se mantenga sano, es importante que su dieta abarque todos los nutrientes necesarios para que su cuerpo funcione bien. Si bien es cierto que el veganismo sólo aporta ventajas a las personas ya que la previene de sufrir de enfermedades como la obesidad, el colesterol, etc., también es cierto que el organismo humano requiere de nutrientes y proteínas que solo son añadidos en mayor cantidad por los alimentos de origen animal. Existe mucha controversia al respecto, sin embargo lo importante es no llegar a los extremos y lograr mantener un equilibrio en la alimentación.