Vigorexia

Qué es la vigorexia

La vigorexia es un tipo específico de trastorno dismórfico corporal en el que una persona, generalmente un hombre, se obsesiona con desarrollar músculo hasta el punto en que afecta sus interacciones con los demás, el empleo y su propia imagen.

Se entiende como trastorno dismórfico corporal a la enfermedad mental en la cual la persona se ve a sí misma como muy delgada y debilucha, lo que crea una obsesión por hacer ejercicios y dietas para mejorar la musculatura.

Al hablar de ortorexia y vigorexia se recalca su estrecha relación debido al hecho de basarse en una obsesión por mantenerse en forma. En el caso de la ortorexia dirigiéndose hacia el balance nutricional, mientras que la vigorexia se trata del ejercicio físico.

El término vigorexia es un neologismo que proviene del inglés bigorexia, el cual se divide de la siguiente forma:

• Big: grande.
• Orexis: deriva griego y quiere decir apetito, deseo.

Causas de la vigorexia

Desafortunadamente, los expertos no tienen una comprensión clara de las causas de este desorden. Aun así, al igual que otros trastornos compulsivos, la investigación sugiere que hay una serie de factores que podrían contribuir a ello y que son importante estudiar y desarrollar de manera más profunda para lograr la prevención de la vigorexia:

• Ser hombre: este trastorno es más común en hombres que en mujeres y el problema puede originarse a partir de los estereotipos masculinos de ser fuerte y tener mayor masa muscular.
• Baja segregación de serotonina: se cree que las personas con dismorfia muscular pueden tener niveles insuficientes de serotonina, que es un transmisor esencial en el cerebro que afecta el estado de ánimo y el bienestar.
• Entorno: el entorno infantil, los problemas familiares, la intimidación, el trauma emocional y los factores culturales pueden aumentar el riesgo de que una persona desarrolle la afección.

Características de la vigorexia

• La característica principal de este trastorno es la mala percepción que tiene de si misma el afectado ya que no importa cuánto se esfuerce o lo intente, jamás será lo suficientemente musculoso.
• Esta afección es más frecuente en los hombres, especialmente en los levantadores de pesas. Sin embargo, esto no quiere decir que todos presenten esta condición.
• Los que sufren de esto pueden pasar alrededor de cinco horas haciendo ejercicios y levantando pesas y aún así seguiran sintiendo que su cuerpo no está desarrollado como les gustaría.
• Las personas que sufren de estas condiciones presentan una alteración en cuanto a la percepción de su cuerpo, a esto se le conoce como dismorfofobia.

Entre las características que pueden verse en una persona que sufre de este trastorno se encuentran las siguientes:

Síntomas de la vigorexia

Por lo general, quienes la padecen se obsesionan con el tamaño de sus músculos y se preocupan excesivamente por parecer físicamente débiles o subdesarrollados. Otros síntomas pueden incluir:

• Sobre esforzarse en el gimnasio.
• Hacer ejercicio compulsivamente.
• Uso de esteroides.
• Mirar excesivamente su cuerpo en el espejo.
• Exceso en el consumo de batidos de proteínas y suplementos (como la creatina).
• Irritabilidad y arrebatos de ira.
• Depresión y manía.
• Reacción exagerada al perderse un día de gimnasio.
• Obligarse a entrenar incluso si están lesionados.
• Pasar a segundo plano la vida familiar y social, priorizando el ejercicio.
• Baja autoestima.
• Predilección por la automedicación.
• Modificación continua de la dieta.
• Se pesan continuamente.

Consecuencias de la vigorexia

La distrofia muscular puede derivar en consecuencias negativas para la persona que la sufre. Estas personas no logran entender que con su actitud y malos hábitos (alimenticios y físicos) pueden causar graves problemas en su organismo. Entre los efectos de la vigorexia destacan:

• Afecciones renales o hepáticas.
• Lesiones cardiovasculares.
• Cáncer de próstata.
• Disfunción eréctil.
• Disminución en la fertilidad.
• Desorden en el ciclo menstrual en el caso de las damas.

Otras consecuencias del descuido y avance de este trastorno conducen a situaciones como:

• Consumo de esteroides de forma abusiva.
• Depresión.
• Pensamientos suicidas.
• Trastornos alimentarios.
• Trastorno obsesivo-compulsivo.

Las consecuencias de esta condición pueden verse realizando una simple búsqueda en internet de imágenes de vigorexia.

Por otro lado, la vigorexia en mujeres puede producir diferentes alteraciones que afectan su proceso reproductivo, ocasionando infertilidad debido a la disminución en la secreción de hormonas vitales para el desarrollo de los óvulos.

Tratamiento de la vigorexia

La vigorexia se agregó recientemente al Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, lo que la convierte en un diagnóstico «oficial«.

Recuperarse de la vigorexia requiere tiempo y esfuerzo, pero es posible. El tratamiento comienza con la terapia, pero también puede incluir medicamentos.

La dismorfia muscular y otras formas de trastorno dismórfico corporal son diagnosticadas por un profesional de la salud mental. Los pacientes se evalúan según los criterios del Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, que incluyen:

• Preocupación por al menos un defecto inexistente o leve en la apariencia física (por ejemplo, pensar en los defectos percibidos durante al menos una hora al día).
• Las preocupaciones sobre la apariencia conducen a comportamientos repetitivos (por ejemplo, ejercicio excesivo, mirarse en el espejo, arreglarse demasiado) o actos mentales (por ejemplo, comparar su apariencia con la de los demás) en algún momento durante el curso de la enfermedad.
• Angustia clínicamente significativa o deterioro psicosocial resultante de la preocupación por la apariencia.

Los tratamientos recomendados de la vigorexia pueden basarse en:

• Incluir terapia de conversación y/o medicamentos.
• La terapia conductual cognitiva (CBT, por sus siglas en inglés) se puede usar para ayudar a una persona a reemplazar los pensamientos negativos y los patrones de pensamiento con pensamientos positivos. Enseña habilidades para hacer frente a la angustia sobre el cuerpo y herramientas para reprocesar los pensamientos que desencadenan la vigorexia.
• Inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS): estos medicamentos tratan los trastornos del estado de ánimo, como la depresión y la ansiedad. También pueden ser útiles para los trastornos dismórficos corporales como la vigorexia, especialmente en dosis más altas.
• Clomipramina (Anafranil): por lo general, este no es un tratamiento de primera elección, ya que tiene más efectos secundarios potenciales que los ISRS. Suele ser un medicamento de segunda elección, después de que los ISRS no hayan funcionado.

Es fundamental que el afectado, reconozca que está enfermo y trate de buscar ayuda psicológica, sin embargo, esto puede resultar un tanto difícil, ya que, como cualquier adicto, el vigoréxico jamás reconocerá que está enfermo hasta que las consecuencias sean graves.

Los investigadores continúan buscando la mejor manera de abordar el ejercicio excesivo.

Diferencias entre la vigorexia y la anorexia

A continuación, un cuadro comparativo entre estas dos condiciones